LA CRÍTICA TEXTUAL vs. EL TEXTO RECEPTUS

El Textus Receptus es un texto mayoritario, más antiguo y más fiable:


Frente a las penosas características que padecen los manuscritos Sinaítico y Vaticano, el TR del NT presenta unas notas de enorme interés. El TR es un TM. Algo más del noventa y cinco por ciento de los manuscritos del NT que han llegado hasta nosotros coinciden con el TR.

El TR es un texto más antiguo. El TR no sólo es anterior al Siglo IV (siglo en que se redactaron el Sinaítico y el Vaticano) sino que sirvió de base para las primeras traducciones del NT a lenguas vulgares y fue el citado por los primeros autores cristianos, los denominados Padres de la Iglesia. Los ejemplos que se pueden mencionar al respecto son innumerables y tenemos que limitarnos a unos pocos nada más. Baste decir que la Peshitta realizada en torno al 170 d.C.; es decir, unos dos siglos antes del Sinaítico y del Vaticano utilizó el TR; que la iglesia gala del sur de Francia (177 d.C.) utilizó el TR. y que la Versión itálica (250 d.C.) Se valió del TR.

Ya más adelante, en pleno siglo IV, el TR siguió siendo preferido a textos como el Sinaítico o el Vaticano que ya existían. Así la versión gótica (siglo IV) se valió del TR; el Códice W de Mateo (siglo IV-V) reprodujo el TR y el Códice Alejandrino (siglo V) sigue el TR.

No menos significativo es el caso de las citas del NT contenidas en los escritos de los Padres de la Iglesia. Éstos pese a citar de memoria no pocas veces siguen de manera aplastante el TR. Por ejemplo, el texto de 1 Timoteo 3:16 donde se afirma que "Dios fue manifestado en la carne" es citado de la misma manera por Ignacio, Bernabé e Hipólito (siglo II), Diodoro de Tarso (m. 370), Gregorio de Nisa (m. 394), Juan Crisóstomo (m. 407), Atanasio y Eutalio (siglo V), y un largo etcétera, ni uno sólo de los Padres de la Iglesia se opone al texto como aparece en el TR.

De 254 manuscritos griegos, 252 presentan el término "Dios" como en el TR; dos leen "hos" (el cual) y ni uno contiene "Cristo" como la Versión Popular. El TR es un texto más fiable. De todo lo anterior se desprende, de manera lógica, que el TR es un texto mucho más fiable que el elaborado por Westcott y Hort a partir del Sinaítico y del Vaticano. Con el TR coincidieron las citas del NT contenidas en los Padres de la Iglesia y en los leccionarios, pero además también sirvió de base ya desde el siglo II para las traducciones del NT a lenguas vulgares. No sólo eso. El TR fue asimismo la base para la inmensa labor en favor de la difusión y lectura de la Biblia que se inició a principios del siglo XVI. Fue el texto utilizado por la Biblia Políglota Complutense publicada en Alcalá de Henares, España en 1522 y, posteriormente, por las traducciones bíblicas de Lutero al alemán (1522), de William Tyndale al inglés (1525), de Oliveton al francés (1535), de Coverdale al inglés (1535), de Matthews al inglés (1537), de Taverners (1539), de Ginebra (1557-60), de Reina al castellano (1569), al checo (1602), de Diodati al italiano (1607) y del Rey Jaime al inglés (1611). El TR constituyó la base asimismo para las ediciones del NT griego realizadas por Erasmo (1516), Stephanus (1546-51), Beza (1598) y Elzevir (1624). Que así fuera tiene una lógica indiscutible. Los eruditos, los reformadores, los teólogos que no pocas veces tuvieron que arriesgar su vida y sus bienes optaron siempre por el TM, el TR, como base para su estudio, su enseñanza y sus traducciones del NT. A fin de cuentas, ése era el texto que contaba con el apoyo prácticamente unánime de la cristiandad, al menos, desde el siglo II.

El abandono del Texto Mayoritario

La primera de ellas es el abandono del TM también conocido como Texto recibido o TR del NT y su sustitución por un TC, este constituye actualmente la base para traducir el NT en casi cualquier lengua sea quien sea quien realice la traducción. Así además de servir para la VP, y la NVI, ha sido utilizado por versiones católicas como la Biblia del Peregrino (1993) o la Biblia de la Casa de la Biblia (1993).

Las dos ediciones manuales más populares del texto griego hoy, la Nestle-Aland y la de las SBU realmente varían poco del texto de Westcott y Hort

El Sinaítico y el Vaticano son textos corruptos

Para empezar, hay que señalar desde el principio que tanto el manuscrito Sinaítico como el Vaticano constituyen textos del tipo que suele denominarse corrupto. Con esto se quiere indicar que no sólo constituyen obras incompletas, sino que además han sido objeto de alteraciones que invalidan sustancialmente su valor

Por mencionar sólo algunos datos al respecto debe señalarse que el Vaticano omite toda la I carta a Timoteo, toda la segunda carta a Timoteo, toda la carta a Tito, casi todo el Génesis (Génesis 1 a 46:29), extensas porciones de Samuel, Reyes, Nehemías, los últimos doce versículos del Evangelio de Marcos, la oración de Jesús en la cruz pidiendo el perdón de sus enemigos, la agonía de Jesús en Getsemani, los últimos cuatro capítulos y medio de la carta a los Hebreos, treinta y tres de los Salmos y un largo etcétera. Sin embargo, añade libros apócrifos como Tobías, Judit o la historia de Bel y el dragón, todos ellos, por cierto, contenidos en la VP Dios habla hoy. Asimismo en Job presenta adiciones en unos 400 versículos de acuerdo a las enseñanzas de un discípulo del hereje Marción.

En relación con el TR, omite al menos 2.877 palabras, añade 536, sustituye 935, cambia de lugar 2.098 y modifica 1.132. En total contiene 7.578 divergencias. Su importancia, sin embargo, es enorme ya que unas nueve décimas partes de las alteraciones del NT griego en relación con el TR derivan de este manuscrito.

En el caso del Sinaítico, el carácter de texto corrupto no es menor. De hecho, nos encontramos con un documento en el que realizaron modificaciones no menos de diez escribas diferentes a lo largo de un periodo no inferior a setecientos años. Como señaló Tischendor, su descubridor, el Sinaítico contiene no menos de 14,800 alteraciones. No es extraño, por lo tanto, que sólo en los Evangelios omita unas cuatro mil palabras, añada unas mil, y cambie de lugar y altere otras tres mil. Además de esto contiene unas mil quinientas lecturas que no aparecen en otros manuscritos. En relación con el TR, las diferencias llegan casi a la cifra de nueve mil, prácticamente una por versículo. Como en el caso del Vaticano, las omisiones son asimismo frecuentes. Carece de los finales de Marcos y de Juan; de treinta y nueve palabras en Juan 19:20-1, de veinte palabras en Juan 20:5-6; de diecinueve palabras de Marcos 1:32-4; de catorce palabras en Marcos 15:47; de pasajes como Juan 5:4; Mateo 16:2-3; Romanos 16:24; Marcos 16:9-20; I Juan 5:7; Hechos 8:37; Génesis 23:19-24, 46; Números 5:27-7:20; I Crónicas 9:27-19:27, etc.; de libros como Éxodo, Josué, I y II Samuel, I y II Reyes, Oseas, Amós, Miqueas, Ezequiel, Daniel y Jueces. Sin embargo, añade apócrifos como Bel y el Dragón. Tobías y Judit, todos ellos presentes en la VP Dios habla hoy.

Señalemos finalmente que además el Sinaítico y el Vaticano ni siquiera son coincidentes entre si. El Vaticano contiene cerca de ocho mil alteraciones y el Sinaítico cerca de nueve mil en relación con el TR pero esas variaciones ni siquiera son las mismas en los dos manuscritos. De hecho, el Sinaítico y el Vaticano discrepan entre si no menos de una docena de veces por página.

Ciertamente, analizado desde un punto de vista meramente científico y racional, resulta obvio que pretender fundamentar una versión adecuada del NT griego correcta sobre manuscritos tan cargados de deficiencias resulta menos que aceptable. De hecho, constituye un disparate sin paliativos.

El Sinaítico y el Vaticano son textos tardíos

Además de corruptos, tanto el Sinaítico como el Vaticano son manuscritos que, en comparación con el TR, no sólo no resultan antiguos sino modernos. Pertenecientes ambos al siglo IV, resultan posteriores ya a diversas traducciones de la Biblia anteriores, a veces, incluso en dos siglos que partieron lógicamente no del Sinaítico y del Vaticano sino de textos del NT griego más antiguos

El Sinaítico y el Vaticano son textos minoritarios

Al hecho de ser textos corruptos y tardíos, el Sinaítico y el Vaticano añaden otra circunstancia negativa no menos importante. Nos referimos al hecho de que el Sinaítico y el Vaticano encuentran un apoyo mínimo dentro del conjunto de manuscritos del NT griego que han llegado hasta nosotros. De hecho, sólo menos de un cinco por ciento de los 5,309 manuscritos que contienen, en todo o en parte, el texto griego del NT coinciden, siquiera parcialmente, con el texto del Sinaítico o del Vaticano. Para colmo, como ya indicarnos, ni siquiera estos dos manuscritos son totalmente coincidentes entre si, ya que el número de discrepancias existentes entre el Sinaítico y el Vaticano resulta espectacular.

Diferencias entre el Texto Mayoritario y el Texto Minoritario

La edición de 1985 del Nuevo Diccionario Bíblico de Samuel Vila y Santiago Escuaín afirma que el grupo más aceptado en la actualidad es el Egipcio (El Texto Alejandrino) (Pág. 1144). Lo que equivale a decir que el texto más aceptado por los escolares para las nuevas versiones y revisiones de la Biblia hoy en día es el Tm, no el Mayoritario. Veamos un resumen de las diferencias entre estos dos grupos.

El códice Vaticano omite gran parte de los pasajes bíblicos que a la iglesia de Roma le ha convenido suprimir.

En numerosos pasajes el manuscrito repite palabras y frases consecutivas. Una muestra del descuido y la desidia con que fue copiado. Es más fácil encontrar dos versículos consecutivos en los que estos manuscritos (Vaticano y Sinaítico) difieren que dos en los que concuerden”. El Dr. C. V. Manzanares dice que "ni uno solo de los padres de la Iglesia se opone al texto del NT como aparece en el TR.” David Otis Fuller afirma que las más de 86,000 citas que hacen los padres de la iglesia concuerdan con el TR. A pesar de esto el Tm es el más aceptado hoy en día. Se cree que estos dos manuscritos (el Vaticano y e Sinaítico) fueron revisiones de los escribas egipcios que se basaron en el TM. Así acomodaron la Biblia a las exigencias de las creencias filosóficas muy difundidas en Alejandría en aquella época. ¿Por qué, si estos dos manuscritos que sólo coinciden en un 5% con la gran mayoría de los más de 5,000 manuscritos existentes, y el TR que coincide en más del 90% de los casos con todos los manuscritos que se conocen, se ha de descartar el TR y adoptar el Tm como el "más aceptado en la actualidad?” La respuesta, según C. V. Manzanares, está en la gran influencia que ejercieron dos exégetas y miembros del comité revisor de 1870, que además fueron los autores del texto griego que ha servido de base para el que hoy tenemos de Eberhard Nestlé y Kurt Aland. Estos exégetas fueron Brook Foss Westcott y Fenton John Anthony Hort. Estos hombres fueron ocultistas, aceptaron las teorías de la evolución de Darwin, y negaron la inerrancia y la infalibilidad de las Escrituras. Pasaron del liberalismo modernista al ocultismo; se convirtieron en abiertos enemigos de la Palabra de Dios. Hicieron su propia versión del texto griego, la que luego utilizaron Nestlé y Aland para revisarla y hacer la edición del griego de lade la que se ha valido la editorial Clie para publicar el NT Interlineal Griego-Español. que se ha valido la editorial Clie para publicar el NT Interlineal Griego-Español.

Cabe señalar aquí que el Dr. Henry Morris, fundador del Instituto del Creation Research, ha aseverado que Eberhard Nestlé y Kurt Aland, al igual que Westcott y Hort, eran partidarios de las teorías de la evolución, y que Nestlé y Aland se contaban entre los teólogos escépticos de Alemania.

En su libro Una Historia Comprensible de la Biblia, Samuel Gipp hace mención de por lo menos ocho miembros del comité revisor, sin contar a Westcott y Hort, que negaban la inerrancia y la infalibilidad de la Biblia. Diferencias entre las versiones que se basan en el TR y las que se basan en el Minoritario.