Existen hoy en día diferentes hipótesis sobre la autenticidad de la inspiración de Biblia de entre las cuales sólo nos ocuparemos de dos de ellas: Lo que creemos los cristianos

Lo que creen los "liberales" (se les da este nombre a un grupo de personas que distorsionan las sanas doctrinas de la Biblia).CREENCIA DE LOS CRISTIANOS

Los cristianos nos añadimos a la creencia de lo que la tradición de los judíos piadosos han creído, que los libros del AT. han sido inspiradas por Dios (2 Tim. 3: 16, 1 Ped. 1: 21) y escritos por Moisés y por los profetas, creemos que estos libros fueron escritos por los hombres cuyos nombres aparecen en el encabezamiento de los libros, y que escribieron en las fechas que tradicionalmente se han aceptado; es más creemos que las palabras que el Señor Jesús declaró son eficaces y verdaderas y el Señor declaró que Moisés escribió los libros de la Ley (Lc. 24: 27; 20:28; Mr. 12: 26 ; Jn. 7: 19).

En cuanto al NT, Jesús dijo que sus enseñanzas eran las palabras de su Padre (Jn. 14: 10; 17: 14). El apóstol Pedro hace referencia a las epístolas del apóstol Pablo como “Escrituras”, catalogándolas así como parte de la Palabra de Dios (1 Ped. 3: 15 – 16).

Cito a continuación algunas evidencias del porqué la Biblia es divinamente inspirada, escrita por Luisa Jeter en el libro ¿Cuál camino? Pág. 122.Su admirable unidad de tema y falta de contradicciones a pesar de haber sido escrita por unos cuarenta hombres distintos, en un período que abarca mil seiscientos años.

Su superioridad a todo lo demás producido por la raza humana en cuanto a moralidad, literatura y leyes.El cumplimiento de sus profecías y de sus promesas.

Su indestructibilidad.

Su universalidad. Puede satisfacer el corazón humano en toda época, lugar y condición de vida.

Su referencia a verdades científicas desconocidas para los escritores.

Confirmación de la veracidad de sus partes históricas.

Su poder transformador en los que creen sus palabras.



CREENCIA DE LOS LIBERALES

El otro grupo llamados "liberales" tal parece que se ciñen a las enseñanzas del apóstata Wellhausen, Julio Wellhausen nació en Alemania en 1844 y murió en la ciudad de Gottinga en 1918. Este hombre era profesor de teología, pero no creía en la intervención sobrenatural o divina en la historia de la humanidad, renunció su fe en Dios y por tanto en los milagros. Siendo ya un ateo por convicción dedicó muchos años de su vida al estudio de los libros del AT. llegando a elaborar una teoría en la cual sostenía que la mayoría de los libros del AT. recibieron su forma actual después del retorno de los judíos de la cautividad en Babilonia en el año 536 a.C. Según Wellhausen, el Pentateuco no lo escribió Moisés, sino más bien constituye una recopilación de libros que él mismo inventó y que denomina:

- Fuente Jehovista

- Fuente Elohísta

- Fuente Sacerdotal

En su opinión Moisés no escribió ninguno de los libros que llevan su nombre, ni Isaías, ni Daniel escribieron los libros que llevan su nombre.



Tal parece que Wellhausen adoptó la teoría del médico Francés Jean Astruc quien presentó bajo el nombre de "Hipótesis documental" su teoría sobre el origen de la Biblia. En él procuraba demostrar por el análisis de los estilos literarios del Pentateuco, que éste era sólo una recopilación de fragmentos de mitos, leyendas y tradiciones, según Astruc, varios hombres lo escribieron siglos después de Moisés, y señala que sus escritos han sido recopilados, corregidos y atribuidos a Moisés. Lo más curioso de todo esto es que la teoría de éste ateo se ha infiltrado en las esferas intelectuales del cristianismo y se ha convertido en maestro y orientador de muchos evangélicos como católicos enseñando esto en seminarios e Institutos Bíblicos.

Las Escrituras son muy claras a la hora de afirmar que los cinco primeros libros de la Biblia (el denominado Pentateuco) fueron obra de Moisés. En el mismo Pentateuco se indica que Moisés lo escribió (Ex. 17:14; 24:4; 34:27; Nm. 33:1-2; Dt. 31:9 y 22) y este testimonio es repetido en otras partes del AT. (Jos. 1:7-8; Jue. 3:4; 1 R. 2:3; 2 R. 14:6; 21:8; 2 Cr. 25:4; Esd. 6:16). Por si fuera poco, el testimonio de Jesús (Mt. 8:4; Mr. 7:10; 10:5; Lc. 20:37; Jn. 5:47; 7:19, etc.) y de los apóstoles (Hch. 3:22; 15:5-21, etc.) es unánime al respecto: el autor del Pentateuco fue el que señala la Biblia, es decir, Moisés.

La teología liberal ha insistido en que el libro de Isaías sólo fue escrito por este profeta parcialmente. Según la misma, mientras que los primeros capítulos, en todo o en parte, podían atribuirse a él, a partir del capítulo 40 nos encontraríamos con la obra de distintos autores del siglo VI a.C., es decir, posteriores al menos en dos siglos a Isaías. El NT niega rotundamente esta posibilidad y así atribuye a Isaías textos cuya autoría niega la teología liberal (Mt. 3:3 cita de Is. 40:3: Lc. 4 de Is. 61:1 ss; Mt. 8:17 de Is. 53:4; Mt. 12:17 de Is. 42:14). Una vez más se impone la disyuntiva de elegir entre el testimonio de la Biblia y el de la teología liberal.

Dentro de los textos cuya autoría ha sido negada de manera especial por los autores liberales se encuentra el libro de Daniel. El propio Jesús lo atribuye a Daniel, un profeta del siglo VI a.C. (Mt. 24:15) Por el contrarío, la teología liberal insiste en que no fue escrito sino en el siglo II a.C., por un autor desconocido. Por lo tanto, sus profecías no son tales porque la obra fue redactada con posterioridad.

La teología liberal no sólo cuestionó los datos que la Biblia proporciona acerca del AT sino que además atribuyó, de manera casi inmediata, el carácter de falsificaciones a los escritos del NT, pocos de éstos, según el liberalismo teológico, habían sido redactados por sus autores ya que, en realidad, se debían a la mano de otros personajes anónimos que se habían ocultado bajo los mismos.

Los conceptos que imparte la teología liberal no serían cuestionados sino no existiera abundante material histórico que echan por tierra todo tipo de argumentos contrarios a la doctrina ortodoxa de la Biblia.